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lunes, 1 de febrero de 2016

NO SABER DE QUÉ ESCRIBIR..Y ESCRIBIR SOBRE ELLO. UNA CURIOSA PARADOJA


Publicado en Sanifax 1 de febrero de 2016

Primer lunes de mes y primera tribuna de este año. Como no puede ser de otra manera mis mejores deseos para todos (disculpen que no pongan lo de todas pero mis profesores me enseñaron que al poner todos incluía los dos géneros. Si la cosa ha cambiado sin enterarme ruego perdonen mi ignorancia). 
Entrando en materia les tengo que confesar que no he encontrado tema relevante sobre el cual escribir este mes. Paradójicamente esa circunstancia se ha convertido en el tema de reflexión principal de esta tribuna. Porque la siguiente pregunta que uno se hace después de llegar a tan nefasta conclusión es, al más puro estilo de Mourinho: ”¿por qué?”
Mucho me temo que la principal causa es que no termino de ver hacia donde van las políticas sanitarias. Tan sólo atisbo decisiones y acciones que apuntan en ocasiones hacia un volver hacia atrás, en otras ocasiones movimientos zigzagueantes. El efecto de las mareas no pudo estar mejor puesto: al llegar la ola arrasa con todo, y al retroceder se lleva tras de sí cualquier cambio para que todo vuelva a estar en su sitio. Igual que desaparece el castillo de arena que el niño hizo con tanta ilusión a la orilla del mar y que al subir la marea el oleaje en pocos minutos lo hace desparecer.
Pero ese querer que todo permanezca, respetable como cualquier otra opinión, contrasta con los mensajes de avances, de querer cambiar las cosas; del sempiterno debate de la cronicidad y la necesaria adaptación a esa realidad; del debate de la necesaria gestión de la innovación y la tecnología; de la solución a la integración de lo social y lo sanitario (con coordinar de momento ya es un paso); la política de introducción de nuevos fármacos. Y lo más preocupante: el modelo de financiación de la sanidad. Porque en épocas de bonanza o economía creciente se oculta en parte el problema, pero cuando el ciclo se torna negativo la sostenibilidad del sistema se tambalea.
Y si se hacen cosas, no digo lo contrario, pero lo percibo como un conjunto más o menos amplio de acciones más o menos conexas. Para ser justos si cabe destacar la iniciativa del IDIS de la interoperabilidad para lograr que la historia sea del paciente y pueda ser utilizada allá donde el ciudadano es atendido, público o privado. Un camino que podría llevar a resolver otro de los grandes problemas con los que se encuentra el ciudadano de a pie como es el de sentirse extranjero (sanitariamente hablando) cuando cambia de una comunidad autónoma a otra y sus tratamientos y acceso a la sanidad se ve limitado o cuanto menos lleno de trabas.
Es cierto que está encima de la mesa el debate de la prescripción enfermera, que se ha convertido en “casus belli”. Pero de ello ya he hablado algo y entiendo había que abordarlo desde sus verdaderas raíces, pues desde mi punto de vista el problema arranca de una ausencia de modelo de recursos humanos claro. Esta todo basado en complejísimas leyes y normas más centradas en establecer las reglas de juego de los derechos y retribuciones de los profesionales (cosa de importancia vital), pero insuficiente a todas luces. Se hace imprescindible, entiendo, dibujar e implantar un enfoque moderno de recursos humanos que estableciera cuestiones como funciones generales, definición de puestos de trabajo (Quien hace que), competencias técnicas y habilidades necesarias para el desempeño de cada puesto, que necesidades formativas son necesarias por tanto, como se va a evaluar el cumplimiento de lo establecido y, por último, cual es la política retributiva y la cuantía a remunerar. Con seguridad en más de una organización esto se haga, pero entiéndase mi reflexión desde una visión de conjunto y desde mi percepción.
Y no quiero parecer catastrofista, porque nuestra sanidad funciona, tiene muy buenos niveles en todos los aspectos en general. Los profesionales en su conjunto son buenos y hacen una buena sanidad dentro del marco que se les da. Pero no voy a caer en la autocomplacencia de que tenemos el mejor sistema sanitario de no sé dónde, porque nos falta mucho camino que recorrer, y hay que hacerlo sabiendo porque camino ir, sabiendo que pasos hay que dar antes que otro.
Tengo que confesar que después de escribir esta reflexión parece ser que si se me ocurren muchas cosas de que escribir. Tenemos mucho 2016 para ello. 


Antonio Burgueño Jerez