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lunes, 3 de marzo de 2014

EN DEFENSA DE LA SANIDAD PUBLICA: LA EXTERNALIZACION DEBE SEGUIR SIENDO UNA ALTERNATIVA

(Publicado en Sanifax, 3 de marzo 2014)

En días pasados, el Gobierno de la Comunidad de Madrid entregaba las insignias sanitarias de Oro y Plata a unos 500 profesionales de la sanidad madrileña en reconocimiento a los servicios prestados durante su larga trayectoria profesional (30 años en algunos casos). Llamaba la atención que en aquel acto alguno de los galardonados llevaran camisetas reivindicando la Sanidad Pública. No queriendo darle más relevancia al hecho de mal gusto y muy en la línea de los premio Goya, me sirve de excusa para unirme a esa reivindicación: Yo también defiendo la sanidad pública.

Me explico. Todos deseamos una sanidad pública con todo lo que ello conlleva. La sanidad pública es de todos, y nadie en su sano juicio quiere cargársela. Yo no conozco a nadie, ni loco ni cuerdo. Por eso en mi reivindicación está que todos luchemos por ella, que esto no sea patrimonio de nadie, que todos luchemos por hacerla mejor cada día, lo que incluye a las empresas y a los profesionales que para ella trabajan. Reivindico, por tanto, el papel de defensa de la sanidad pública también a las empresas que hacen posible la misma, y a todos sus profesionales. Porque la externalización de servicios sanitarios, no tiene nada que ver con el carácter público del servicio, que nunca se pierde.
Siempre he defendido, y defenderé, que la gestión empresarial de la sanidad pública tiene que saber ganarse su sitio allá donde quiere implantarse, igual que lo hicimos en Alzira hace 17 años, y se ha repetido en otros tantos sitios. Sobre todo porque los proyectos que suponen innovación y cambio tienen que saber ganarse apoyos y las posiciones opuestas a la externalización, en gran parte interesadas y fruto de una lastimosa politización de la alternativa, tienden a desvirtuarlo y aún más demonizarlo.
La verdad es que muchos se preguntan si la externalización es hoy un camino muerto. Lejos de ello es una la mejor opción en no pocos casos. Porque los profesionales necesitan otro marco de desarrollo profesional, porque hay que lograr eficiencias que difícilmente se encuentran en un marco inflexible como es el de la gestión pública, porque los actores privados también son parte del sistema y sus profesionales ciudadanos que trabajan por una mejor sociedad, porque la innovación requiere de  flexibilidad y adaptabilidad, etc.
Pero no hay fórmulas magistrales, siempre defenderé también que la colaboración empresarial tiene que reinventarse cada día, adaptarse a cada caso y momento, huyendo de modelizaciones que ayudan pero encorsetan al final, pues la empresa que triunfa se reinventa cada día y aún más reinventa su entorno. No permanece pasiva ante los cambios. Y el margen de reinvención es muchísimo, tanto como la ilimitada capacidad del hombre de cuestionarse las cosas para seguir mejorando día a día. ¿Exagero? No Creo. ¿Sueño? Tal vez, aunque más humildemente, como lo hacía Steve Jobs que quiso cambiar el mundo, y lo hizo. Así se lo planteó a John Sculley, ejecutivo de Pepsi que quería fichar en los inicios de Apple: "¿Quieres vender bebida carbonatada toda la vida o cambiar el mundo?". Como todo el mundo sabe, fichó por Apple, y se ilusionó en el reto de cambiar el mundo. Porque la práctica totalidad de los mortales desean que les den motivos para ilusionarse, lo que incluye a los profesionales sanitarios, evidentemente.
Una cuestión a no olvidar, clave del éxito: La población viene reclamando sentir que sus servicios sanitarios más cercanos, y le preocupa que los mismos queden en manos de empresas que pueden sentir lejanas (fondos de inversión extranjeros, por ejemplo). Es un miedo a todas luces legítimo, más allá del fundamento objetivo que el mismo pueda tener o no. Y hay que contemplarlo y reducirlo sabiendo darle una visión localista de los servicios sanitarios y haciendo un esfuerzo por integrarlos en la sociedad a la cual va a prestar sus servicios. ¿Por qué no pensar en abrir el capital social a los profesionales, ciudadanos en general, empresas de la zona o a los Ayuntamientos?. Cabe recordar que el pliego de Madrid obligaba a ofertar participaciones a los profesionales, buscando dar este paso de integración. A modo de ejemplo, en Finlandia hay por ley en torno a 20 Joint Municipal Authitorities administrando hospitales  de distrito, además de ser la atención primaria responsabilidad de los Ayuntamientos. Suponen el 95% de la atención hospitalaria en el País. Los Hospitales de Pirkanmaa, Helsinki-Uusimaa o el Hospital de Vassa son tres buenos ejemplos. Las empresas de gestión de servicios sanitarios aportan valor por su "saber hacer" y  no tanto por la inversión en el edificio y en el equipamiento que lastra su capacidad de crecimiento con la pesada losa del inmovilizado a amortizar.

En definitiva, hay que saber ser creativos e inteligentes cara a planteamientos de colaboración empresarial para la prestación de servicios públicos, porque el marco público es incapaz de adaptarse a una realidad social y sanitaria cada vez más cambiante. Cómo diría Ramón y Cajal, avancemos haciendo las preguntas adecuadas y buscando las respuestas a las mismas. Rompamos  esquemas y reinventémosla una y otra vez. Sin perder el fin que tiene: Hacer la mejor gestión posible de la prestación de servicios públicos. Quedarnos inmóviles no es una opción. Hagámoslo en defensa de la Sanidad Pública. 

Antonio Burgueño Jerez

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